
Una noche grisácea con un eco vacío esperaba por mí. Frente al espejo, rojo carmín y negro carbón iluminaban mi cara mientras mi pelo enmarañado hablaba por sí solo. Indecisa, en ropa interior pensaba en cada vestido. Ninguno era apropiado: demasiado elegante, demasiado sexy, demasiado descuidado...
Mirándome al espejo repasaba con detalle cada trazo de mi rostro. Mientras, seguía sin ropa...
Decidí acercarme a la mesita de madera y encender el par de velas que con todo cariño había puesto encima por primera vez. Brillaban con luz propia. Los platos, las copas, el vino y la cena. Todo estaba listo.
Ah! la música!
Y de repente una bellísima y casi susurrada voz negra me cantaba al oído de la forma más atrevida que nadie había hecho jamás. De vuelta a la realidad caí en mi vestido.... ¿qué ponerme? ¡¡Mierda!! empiezan a caer unas gotas... llueve... gran tormenta. Nos quedaremos en casa... mejor.
¡¡No puedo pensar en vestidos!!
Voy al baño y cojo mi perfume: escada. Me empapo en él. Me siento otra persona... ¿pero qué me pasa? es muy tarde ¿qué estoy haciendo? vístete! YA!
¿Qué suena? ¿Quién me llamará ahora? Seguro que es para decirme que esta en un atasco, o algo...
"Hola! Te estoy esperando hace un buen rato.... no tonto, es broma, estoy con los últimos retoques de la cena ( dios mío, el vestido)...¿qué pasa?...no, por qué me voy a enfadar........aaah....no, no, claro que no.... de verdad! si ni siquiera había empezado a hacer la cena.... no es que no me había dado tiempo, he estado trabajando hasta tarde......claro, igual que tú... nada, tú descansa... la verdad que con este tiempo tiene que dar una pereza.... aunque podrías aparcar en el garaje, mi coche está en el taller.... ya claro, no, no, si lo entiendo.... en cierta parte me viene mejor, tenía que terminar unas cosas para mañana y así puedo cenar cualquier cosa y no pringar toda la cocina que ya sabes que luego hasta que la limpio... jejeje.... sí, soy un desastre... en fin... igualmente...buenas noches."
Miré hacia la mesa suspirando un "bueno" soltando todo el aire que tenía en mis pulmones. Me acerqué lentamente y soplé elegantemente cada una de las velas quedándome enganchada al humo que desprendían. Humo que con distintas formas me fascinaba imaginándome letras, ojos, labios...
Era muy tarde para los platos así que me los llevé a la cocina llena de un agradable olor de queso feta y carne recién cocida dispuesta a crear una de las mejores empanadas que había hecho nunca. Sin dudarlo un instante acosté a los platos y me comí un trozo de empanada... Fantástica!
Di unos pasos y me encontré entre el baño, mi dormitorio, y el salón. La dulce voz seguía cantando solo para mí y me dejé llevar por ella.
Mirándome al espejo con un suave contoneo de caderas y brazos, seduciéndome a mí misma, susurraba como Nina Simone hacía, mientras me movía exageradamente los labios: My skin is black, my arms are long, my hair is wooly, my back is strong strong enough to take the pain. It's been inflicted again and again, What do they call me....
Paré en seco,
cerre los labios,
apoyé los brazos en el labavo y descansé mis ojos en el grifo mientras mi mente me martirizaba: "Eres patética".
Esbocé una leve y amarga sonrisa y una tímida lágrima recorrió mi mejilla hasta caer al escote resbalando por la piel encontrando en mi sujetador negro una cama donde resguardarse. Me mordí el labio, me sequé la mejilla. Nerviosa e insegura buscaba aquel paquete de cigarrillos que me serviría de almohada aquella fría noche.
Lo encontré! En el segundo cajón de la mesilla, sin polvo. No se extrañó de volverme a ver: "ultimamente sales mucho, eh?" le dije al paquete.
¿Qué coño hago? hablar con un paquete... No tenía tiempo para pensar en otra cosa, lo importante era encenderse el cigarro y dar esa primera bocanada mirando a la pared sentada en la cama...
Pero al vaciarme de oxígeno miro al suelo, me encojo, siento dolor en todo mi cuerpo, me siento la persona más insignificante y pequeña del mundo...¿por qué he caído otra vez? ¿por qué no me he levantado? ¿por qué no me das tu mano? ¿por qué dejo que me hagas daño?
Ahora estarás durmiendo,
yo sigo fumando con los labios pintados.