El día a día de una cabeza abstracta

martes, 24 de abril de 2007

Vientos de esperanza

Y siempre termina llegando ese día en el que la felicidad y emoción cobran vida llenando de colores tu sonrisa.
Y al mirar atrás una tímida lágrima asoma la cabeza y ensordecida por tus carcajadas se desvanece.
Y desaparecen la amargura y el dolor, y regresan las ganas de saborear tu vida.

Y hoy solo quiero seguir respirando con la risa en mis labios.

11 comentarios:

Carlos dijo...

...y siempre que llegue ese momento de felicidad aprovéchalo, vívelo al máximo.

Suele ser efímero.

Abrazo.

Angst dijo...

"Y a muchos dolores los consideramos preferibles a los placeres si, por soportar tales dolores durante mucho tiempo, nos sobreviene un placer mayor. (...) De la misma forma, todo dolor es un mal, pero no todos deben evitarse siempre." Epicuro, Carta a Meneceo

Vale la pena dar un rodeo por los días nublados para llegar a ese otro día.

León Cartagena dijo...

Tal parece que hoy amaneció mejor el día!, que gusto.

Siempre he pensado que una sonrisa es como una mirada firme, poderosa, tiñe a su alrededor de sedas y flores olorosas.

hasta pronto.

Miguel dijo...

Sigue respirando, abre la ventana para que corra el aire, te delatan tus ojos, levanta las pestañas, esto es un atraco, date por viva.
Un abrazo fascinado.

Déjà vie dijo...

me encanta tu post!!!! rie para q te oiga ;)

Anónimo dijo...

Cuando llega?, cuado podemos saber que es el correcto?...cualquier sonrisa que esbocemos puede ser signo de que la felicidad ha llegado, o esta de paso?...
Son tantas incognitas en esta vida que solo nos queda vivir la vida, reir, y ser felices...
Me agrada tu escrito.
saludos que estes bien... buena semana...

Tanhäuser dijo...

Me alegro muchísimo de que te sientas tan bien.
Besos

TORO SALVAJE dijo...

Que no se te acabe nunca.

Besos.

amsha dijo...

Y que así sea por los siglos de los siglos:)
1saludo

J. Coltrane dijo...

Pues yo quiero seguir disfrutando de estos momentos tan buenos... porque los malos llegarán y entonces no quiero pensar que he desaprovechado el tiempo...

Un abrazo

Laura Pando dijo...

Hay días de esos que no deberían terminar nunca.

Un abrazo