El día a día de una cabeza abstracta

lunes, 9 de abril de 2007

Desnuda




Abrazo al aire. Lloro a la soledad. Todos son extraños. Gritos, fuerza, lucha... ¿ de qué sirven? ¿ Por qué me haces ésto? ¿ Por qué?



No soy una gota de lluvia que cae en tu camisa y es absorvida, una gota de lluvia que no tiene otro destino, que no puede elegir... No, no lo soy.

Soy yo, ¿ no me reconoces?, tal vez porque nunca me he desnudado ante tí. ¿ Miedo? no creo. Simplemente falta de necesidad.

Me giro.

¿Ves mi espalda? ¿La ves alejarse?



Soy yo que te abandono, que he elegido, que no te quiero, que ya no perdono. Me has herido, una profunda herida tengo en mi alma. Tú no la puedes curar, no lo intentes, no eres capaz.



¿Me sigues viendo? ¿No? Yo a tí tampoco, no te reconocería. Nunca te he conocido así que
¿ cómo reconocerte?



Eres un extraño. Todos son extraños. Lloro a la soledad.



Abrazo la libertad.

3 comentarios:

Angst dijo...

Quiero llorar porque me da la gana,
como lloran los niños del último banco,
porque no soy un hombre, ni un poeta, ni una hoja,
pero sí un pulso herido que ronda las cosas del otro lado.
(tu post me recordó estos versos de Federico)

mtg dijo...

Ahora mísmo siento que todos son unos extraños a los que no conozco y lo que es peor...que no los he conocido nunca,y eso me duele más.
Una decepción más.
Decepción,creo que es el peor sentimiento...

Asi que como dices tú
¿cómo reconocerte?

perdona el comentario,creo que hoy he tenido demasiado y estoy muy cansada...mucho.

Muchos,muchos besos y un abrazo fuerte auqneu sea virtual...

Reivaj dijo...

Lo peor es no reconocerse. Un pulso herido ya es algo, pero no basta, ¿verdad?. La gente pasea con máscaras frívolas; arráncalas y te llamaran tirano, deja que se pudran y te acusarán de borde, indiferente, y solitario.